martes, 23 de noviembre de 2010



___Aquí, una vez más, les presento mi gran obra llamada "El Florero del Rincón" que fue creada el año 2007 en un contexto original de mucha ansiedad, frustración, depresión y amor imposible combinado con la época donde en más oportunidades que en ningún otro momento hasta ahora, logré plasmar esos sentimientos en sencillas expresiones de arte como ésta.
___La connotación de gran obra se la asigno a dos aspectos muy significativos: primero, la esencia misma que emana de la sencillez de la composición en su significado universal y su cotidianidad. Se expresa como resultado, la "unión de lo inunible" justo en el rincón que forman el piso de tablones y ambas paredes, siendo la esencia del florero y de la flor unidas en la sombra que es la misma para ambos objetos de diferente naturaleza; Y segundo, en un significado más subjetivo e íntimo, cómo la obra ha ido evolucionando en el tiempo como una verdadera constante que desde su creación, ha marcado distintas etapas personales en donde la "unión de lo inunible" ha sido parte siempre presente de mi vida, pero que hasta hoy no sólo aparece en episodios depresivos y tristes sino también en los más eufóricamente mágicos en donde he llegado a cuestionarme profundamente, cómo es que suceden cosas tan imposiblemente bellas y maravillosas, es decir, donde se unen en colorido esplendor , las cosas inunibles más inimaginables que existen en el universo que ven mis ojos hasta cuando están cerrados.

___Quiero mensionar también, que este sencillo dibujo, lo he reproducido en algunas oportunidades en el tiempo, casi de forma espontánea, para dejarlo en las manos de quienes he estimado con esperanza, harán de esta  pequeña obra, parte de sí mismos para darle no tan sólo el significado técnico y subjetivo original, sino también, el de su propio universo personal en donde la unión de lo inunible tenga lugar para ser representado por la esencia de ese pequeño florero y la flor, unidos en la sombra proyectada en el rincón por la luz del tiempo sobre las tablas del teatro de la vida.

                                                                    Naldo Mirán

Valparaíso, 23 de Noviembre 2010